Advertencia: Léase con humor, buena vibra y autocrítica. No intentar esto en la vida real. Los estereotipos clásicos y machistas pueden perjudicar su salud mental.
- Compórtate como una dama, sobre todas las cosas. Olvídate de las malas palabras, de salir con muchos hombres y de la cerveza. Te restan feminidad.
- Ni un pelo con frizz. No importa que te sientas en las mismísimas brasas del infierno; debes lucir como Miss Universo.
- La ‘cara lavada’ no está en tu diccionario. Debes mostrar tu belleza, así sea casi artificial, diariamente.
- Aprende a cocinar ¡y rico! El hombre que esté contigo se merece cenar como los dioses después de un arduo día de trabajo. No, no importa que tú también trabajes y estés cansada. Aunque de preferencia, no trabajes.
- Abdomen perfecto. Si necesitas inspiración revisa fotos de GiseleBundchen a las semanas de haber dado a luz. Te harán sentir maravillosamente, miserable.
- Olvídate del cabello corto y de los cambios bruscos. Adiós a las leñadoras y de ser posible, usa pantalones solo cuando sea estrictamente necesario.
- Así quieras dormir en bóxer, la seda es tu destino.
- Amén al conservadurismo. Ni se te ocurra hablar de drogas o aborto en una reunión familiar.
- Aprende que la vida sexual está estrictamente ligada a la moral.
- Debes tener un título universitario, para la pared obvio.
- Lee y mucho, sobre todo las revistas de peluquería.
- Nunca pierdas tu sentido del humor. Y nunca dejes de ser una buena anfitriona para los amigos de tu esposo.
- Sé alguien que transmita paz y estabilidad. Alguien que genere confianza y sea como un ‘coach’ personal. Porque tu esposo se merece llegar lejos, muy lejos.

Escrito por:
Paula Lanata Cedeño.
Politóloga en proceso. Creativa, pastelera y planner.

Escrito por:
Paula Lanata Cedeño.
Politóloga en proceso. Creativa, pastelera y planner.